Los riñones se encargan de eliminar el exceso, ayudados por el intestino y el sudor.
Además del agua, existen dos fuentes de aporte hídrico muy importantes: hortalizas de hoja y frutas, únicas fuentes alimentarias de aporte de vitamina C.
Su acción depurativa se basa sobre todo en su alto contenido de agua y de fibra, su riqueza en potasio y bajo aporte de sodio. De este modo, la ingesta diaria de frutas y verduras contribuye a la eliminación de toxinas presentes en nuestro cuerpo.
El consumo de una dieta basada en frutas y verduras contribuye a prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares, degenerativas, e incluso de cáncer.
Las frutas aportan hidratos de carbono en forma de azúcares –fructosa y sacarosa– las cuales en el hígado se transforman en glucosa, la materia fundamental de la energía. Las frutas contienen una cantidad notable de agua purísima, cargada con diversos minerales.
Dependiendo de la fruta, cambian los porcentajes de contenidos en azúcares, minerales y fibra. El contenido en agua de frutas frescas oscila entre el 85-95% de su peso. Una dieta rica en frutas y verduras ayuda a mantener una buena salud, precisamente por ese alto contenido en agua, fibra, vitaminas, minerales y sustancias antioxidantes.
Su acción depurativa se basa sobre todo en su alto contenido de agua y de fibra, su riqueza en potasio y bajo aporte de sodio. De este modo, la ingesta diaria de frutas y verduras contribuye a la eliminación de toxinas presentes en nuestro cuerpo.
El consumo de una dieta basada en frutas y verduras contribuye a prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares, degenerativas, e incluso de cáncer.
Recordemos que la fruta, habitualmente utilizada como postre, puede ser considerada en la alimentación moderna como excelente materia prima energética, recuperativa y revitalizadora.